La siento caminar a paso
redoblado atrás mío. Un "permiso" arrollador me obliga a correrme casi
empujándome. Me muevo sutilmente, a ver si logro que me choque al menos un
poco. Golpeamos hombros, suavemente. Ella se lleva al mundo por delante. Yo la
miro deleitándome de su juventud...
Hace calor. Calor que la obliga a
llevar su excitante pollera cuadrillé con tonos azules. Las medias –nunca
largas- combinando, y el cabello -este sí largo- y además suelto ululando con la brisita. ¡Qué
bonita! Me pongo a cantar “Caramelo” de La Bersuit. Que
bizarreada. “te veo en el recreo y me vuelvo loco...” Ya la había visto antes
de cruzar la calle.
Ay estas niñas, a veces entiendo
a los hombres - excepto esos momentos en que me acosan en Consti(tución).
La niña en cuestión caminaba desbordando
libertad. Todo cae cuando comienzan a ser demasiado concientes de su belleza (o
se potencia, depende). Saber qué son les hace perder la magia. Pero a ella no
la conocía, asíque pude encantar mis ojos.
Bonita,
Onda que me hubiese gustado verla y quisas tirarle un "uh que buena que estas mami" aunque nunca lo dije y no creo que lo diga (ah una mujer claro, porque recuerdo una noche yendo en auto y bue despues te cuento)
ResponderEliminarAveces se dan cuenta de que son hermosas, pero tambien prefieren ignorarlo o fingir hacerlo.
Las mujeres son simplemente hermosas y misteriosas, ¿por qué hacen lo que hacen? ¿por qué sabiendo que son hermosas criaturas van por los caminos cosechando miradas de los que las rodean, y fingiendo, en alguno de los casos, una ignorancia sobre su belleza desbordante?
¿Esta bien tomar a una de ellas y tenerla solo para uno?¿No son hermosas para que todos lo sepan?¿No es acaso el motivo de ese caminar? en el que todos se vean y comparen con ellas y las deseen para siempre sin nunca poder llegar...